Sentir que la luz me llena,
llegaste.
Me toco la espalda y todavía,
la cicatriz del impacto.
Llegaste y estoy vivo.
Tenerte nueva,
mirar el horizonte, animarme.
Concebir los confines como el principio,
esperanzado de un porvenir.
Tanto viento que me arranca de raiz ,
me lleva un huracan.
Una pulsión tan fuerte.Otra,
otra, otro.
Y lloro en silencio mientras miro el espejo.
Creer que voy.
Llevo todo en la mirada.
Creeo, Creo, Creó.
Bajo por una boca de tormenta,
exploro, descubro, me entero.
Vuelvo a salir con una marea desconocida.
Ahora estoy, pero no igual.
Ahora veo y caigo de espaldas.
El cuadro explotó y me salvé.
Ella y yo estamos en el mismo cuerpo.
Y sonrío. Y sonrió.
Hay un cuadro, un hombre esta sentado y mira sonriente.
La chiquita en contrapicado no entinde demasiado.
A su lado una espalda elevada susurra algo.
Suponé que algún día la chiquita será la espalda.
Suponé que será de cera.
jueves, mayo 24, 2007
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