martes, mayo 29, 2007

23

Hace varios días que no estoy acompañado por una chica y ya empiezo a tener la triste fantasía de que nací solitario.
Me imagino que un día llegará una distinta con quién me entienda desde un plano esencial. No ideal pero esencial. Si bien la desalentadora imagen de la soledad no es mi favorita, la disfruto bastante. Por otra parte no me interesa en demasía la idea de juntarme con alguien por necesidad. Deseo encontrar a alguien durante el viaje, deseo que sea natural, deseo que sea en el momento menos indicado. Sorpresa. Me gustaría una sorpresa de ese tipo.
Nos regalaría una gran cama cuadrangular de dos metros y medio por dos metros y medio. Nos compraría un juego de sábanas blancas y pondría música. Le prepararía el desayuno alguna vez y ella me lo prepararía otras. La escucharía, la dejaría hablar. Después de un tiempo me empezaría a cansar de su voz y sus ideas acartonadas. Después de ese tiempo me empezaría a cansar de su cuerpo y sus sonrisas. Finalmente me cansaría de sus miradas y la dejaría, para volver a estar solo. Después me quejaría de mí soledad y volvería a escribir y estaría contento.

Extracto de "Los 6 meses"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que trizte

Josefina dijo...

buena síntesis del amor.
quizás para sorprenderse sólo sea necesario estar dispuesto, es decir, distraído.
quizás.

saludos esteparios, como el lobo