No tener la menor idea.
Escuchar todo tan de fondo.
Ser huerfano, de rostro.
Desaparecer sin deseos,
Tomar güisqui y esa acidez,
tan mi soledad.
Ese dolor de ojos,
estar tan... no sé.
Querer vomitar y no tener que.
Y el deseo de que te filtres, tu olor,
y mi dolor, tan mio.
Estar tan ajeno, no reconocerme, no verte.
Y el espejo, el testigo.
Y las ojeras de haber dormido,
la vida.
sábado, mayo 12, 2007
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